Anarquismo no México
México vive hoy turbulentos tiempos político-sociales. Tras setenta años de "dictadura democratica", el P.R.I. (Partido de la Revolución Institucional, también conocido como partido de Estado) enfrenta vientos de agitación y cambio. Algo a lo que ha contribuido no sólo el alzamiento de Chiapas, sino también las abundantes luchas abiertas en contra de la insostenible situación económica y social que atraviesa el país, a lo que debemos añadir los continuos escándalos en materia de corrupción, narcotráfico y asesinatos que se vienen dando en el seno de la "familia prusta". Los largos días de vino y rosas de los que se auto-erigieron en herederos de la Revolución parecen tocar a su fin y sus detentores, avezados al poder se defienden, a falta de razón, con la fuerza. La represión campa a sus anchas: hoy es inevitable para cualquier viajero tropezarse con uno de los innumerables retenes militares esparcidos por las carreteras del pais. En las llamadas "zonas calientes" (Chiapas, Guerrero, Oaxaca...) los efectivos del ejército mexicano se cuentan por miles sumándose a éstos las siempre presentes bandas paramilitares que, contando con el apoyo y protección de las autoridades, actuan con total impunidad. A nadie se le escapa ya que el estado apuesta por el desgaste y hostigamiento de las distintas luchas indígenas y populares siguiendo, con precisión, las instrucciones de la ya conocida "Guerra de Baja Intensidad" diseñada por Estados Unidos para controlar sus intereses en la siempre conflictiva América Latina. En tan agitadas circunstancias, se manifiestan en México no pocas experiencias libertarias. Las tradicionales formas asamblearias y comunales de los pueblos indios de la zona sobreviven en muchos casos, siendo recuperadas en otros por quienes ya las habían abandonado. Entre la mayoría no indígena también se han venido expresando históricamente tendencias solidarias y autogestionarías principalmente en los barrios populares de las grandes ciudades y que se manifestaron de una forma clara durante el seísmo que asoló la capital mexicana en 1985; mientras policía y ejército se esmeraban en proteger de posibles saqueos las propiedades de los poderosos, miles de personas se organizaban por su cuenta y se entregaban al rescate de los supervivientes que aún se hallaban bajo las ruinas. Otro jugoso ejemplo lo encontramos en la ciudad de Tepoztlán: allí hace apenas cuatro años, la oposición de la población a un megaproyecto de campo de golf desembocó en una lucha frontal contra las corruptas autoridades municipales a quienes se acaba expulsando del lugar junto con la policía, eligiendo a continuación a sus propios representantes en asamblea y defendiendo la nueva situación hasta la fecha mediante una eiemnlar resistencia. A estas naturales tendencias del mexicano (aunque se den en momentos puntuales y sin coordinación entre ellas) deberíamos añadir su general desconfianza hacia una clase política profusamente corrupta (aquí llamarle a uno "político" equivale a mentarle a la madre) y unas "fuerzas de seguridad" que lejos de proteger al ciudadano lo roban y lo matan. Unas tierras, las mexicanas, donde el anarquismo se ha manifestado como en pocos lugares del continente.
De puntillas por la historia No le seria dificil advertir al exiliado griego Plotino Rhodakanaty grandes similitudes entre las formas organizativas del campesinado indígena y las ideas foureristas y proudhonianas que él llegaba a difúndir allá por el año 1871. Rhodakanaty formaria junto a Zalacosta, Villanueva y otros compañeros el primer grupo anarquista: La Social. Influenciado por éste, Julio Chávez López se lanzaria a arrebatar grandes extensiones de tierra a los ricos hacendados para luego repartirlas entre los campesinos de la zona. Algún tiempo después, en plena dictadura de Porfirio Diaz surgiría la principal figura libertaria mexicana: Ricardo Flores Magón. Sus ideas, que aunaban en un mismo credo al anarquismo y el comunalismo indígena gozarian de amplia repercusión entre obreros y campesinos que accedían a ellas gracias a Regeneracián, el periódico de los magonistas. La experiencia revolucionaria en la Baja California, el apoyo a las incontables luchas indias, mineras y populares y un tesón y ética admirables nicieron del movimiento magonista (término que el propio Magón rechazaba) la más sólida experiencia libertaria en la historia del país. El magonismo serviría, además, para impregnar de espíritu libertario a Zapata y su Ejército Libertador del Sur quien uniria a su concepción de reparto de la tierra y su rechazo al poder el grito de "Tierra y Libertad". En la Ciudad de México, fúncionaría también por aquellos años La Casa del Obrero Mundial en cuyo seno las ideas anarquistas eran mayoritarias. Tras una división, una parte de esta organización apoyaria sorprendentemente al presidente Carranza sugestionada por sus promesas llegando incluso a combatir a los zapatistas, mientras que la otra ponía en marcha la anarcosindical CGT. La llegada de los exiliados españoles en años posteriores contribuiria a revitalizar un movimiento que iniciaba un serio declive. En las siguientes décadas se crearía la Federación Anarquista Mexicana y se localiza presencia libertaria en el activo movimiento estudiantil de los años sesenta que seria salvajemente reprimido.
Tiempos Modernos El surgimiento, ya en los ochenta, del movimiento punk (mucho más activo y coherente aquí que en Europa) y la irrupción zapatista a mediados de los noventa contribuyen a despertar unas ideas libertarias que, aunque siempre presentes, se encontraban aletargadas.
En la inmensa capital, México D.F., existen en nuestros días numerosos grupos: el CAL (Colectivo de Acción Libertaria) cuenta con una cooperativa de ahorro, realiza talleres de autogestión y formación de mujeres, trabaja junto a otras organizaciones en cursos de alfabetización de trabajadores implicándose, ademas, en múltipies luchas populares y sindicales. Colabora también en la edición de la revista Germen junto a compañeros de seis estados del país que se van rotando en la elaboración de la misma. Algunos de sus integrantes forman parte de la Biblioteca Social Reconstruir que fundada y alentada por el exiliado catalán Ricardo Mestre constituye un valioso fondo documental y bibliográfico en materia libertaria. Superando como puede las continuas penurias económicas, la Biblioteca organiza conferencias, cursillos y exposiciones sin dejar de participar en actividades más generales como fue la del "Año Ciudadano Flores Magón". Amor y Rabia era, hasta no hace mucho, otro de los colectivos capitalinos más activos. Tras un proceso de debate interno parecen haber iniciado una nueva época que les ha llevado a abandonar el nombre y a editar la publicación Letra Negra. Anteriormente, formaban parte de la red Love & Rage norteamericana destacando, entre sus actividades, el desarrollo del proyecto "Mártires de Chicago" que dotaría de electrificación y Casa de la Mujer a la población zapatista de Sta. Rosa en Chiapas, así como la publicación del periódico Amor y Rabia. Las JAR (Juventudes Antiantoritarlas Revolucionarias) están conformadas, en su mayor parte, por jóvenes punks. Editan los fanzines Desde Abajo y Comunidad Punk, ambos con 1,000 ejem- plares de tirada, llevando adelante abundantes luchas en el campo de la contracultura y resistencia. Integran el Comité Librado Rivera en el seno del FZLN. (FrenteZapatista de Liberación Nacional) relacionándose con otros colectivos anarquistas del país a través de la coordinadora RIVAL (Red Independíente de Voces Autónomas Libertarias) que aglutina a colectivos de al menos 20 estados, realizando campañas conjuntas en los lugares donde tiene representación. El Centro Cultural Libertario Flores Magón cuenta con biblioteca propia y se dedica a la organización de debates, cine-club, etc. participando en el grupo Autogestión a través del cuál se alienta la dinámica de lucha estudiantil en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). El colectivo La Guillotina realiza actividades en el campo de la contrainformacion, editando la excelente revista de igual nombre con una tirada de 6.000 ejemplares. Se declaran magonistas y libertarios aunque, sorprendentemente, rehuyen del término anarquista. En el "D.F." funcionan otros numerosos grupos (Resistencia Estudiantil, Trapo Negro, Juventudes Revolucionarias Flores Magón, Desahogo Personal...) editándose una buena cantidad de publicaciones (Renegados, contra lo Establecido, Resistencia, Zyntoma, Sociedad en Decadencia, Esperanza viva...). En el campo editorial necesario es destacar la labor de Ediciones Antorcha, que viene ocupándose, desde hace años, de la difusión de las obras de Flores Magón. En Guadalajara, la principal referencia la encontramos en la coordinadora La Comuna Libertaria que surge de la síntesis de tres colectivos: Apoyo Mutuo Flores Magón, Rabia y Acción Subterránea. De mayoria punk, sus integrantes gestionan un centro de estudios libertarios, publican la revista La Hoja Libertaria y realizan campañas en diferentes campos (liberación animal, l2 de Mayo, jornadas magonistas, etc.). Conforman el Comité "La Social" en el FZLN impulsando luchas como la emprendida por los indios huicholes en defensa de su tierra de las invasiones que terratenientes y ganaderos llevan a cabo con el indisimulado apoyo del gobierno. Forman, además, parte de RIVAL. En la capital de Jalisco funciona también Bandera Negra, algunos de cuyos miembros editan Margen. Al sur, en Oaxaca, existen algunos grupos entre los que destaca Sin Autoridad, colectivo punk que saca a la calle una publicación de igual nombre y que aspira a difundir el anarquismo y recuperar la figura histórica del también oaxaqueño Flores Magón. Hay presencia libertaria en otras muchas ciudades y estados, tales como Querétaro, Sinaloa, Monterrey, etc... coordinada, en buena medida, a través de la ya mencionada red RIVAL.
Sindicalismo A falta de una organización específicamente anarcosindicalista, una parte de los libertarios mexicanos trabajan con eI FAT (Frente Auténtico del Trabajo) un sindicato que con 30 años de existencia cuenta con 50.000 aflliados y representación en una quincena de estados. El FAT se organiza de forma asamblearia y aboga por un "socialismo autogestionario", desarrollando su actividad en cuatro sectores básicos: obrero, urbano, campesino y cooperativista. En ocasiones apoya y participa en luchas organizadas por los colectivos anarquistas. En el seno del sindicato, se conocen y valoran las ideas libertarias.
Magonismo, Zapatismo, Indigenismo...
Durante 1998 se celebró el "Año Ciudadano Flores Magón", evento al que se sumaron la mayoria de compañeros del país con la intención de homenajear la figura del incansable luchador libertario y reivindicarla como una referencia aún válida en nuestros días. La lucha por la tierra tiene hoy, en México, la misma urgencia que en aquellos "años locos" que le tocara vivir a Magón. Las ideas magonistas siguen teniendo eco entre los jóvenes activistas mexicanos y entre no pocos pueblos indios del sur. En el estado de Oaxaca más de 400 municipios se rigen hoy por el sistema de "usos y costumbres" rechazando a los partidos políticos y eligiendo a sus representantes en asamblea. Los escogidos, que no cobran salario alguno, lejos de ejercer un poder real sobre la población, están obligados a dar continua cuenta de sus acciones pudiendo ser destituidos en cualquier momento. Experiencias similares se están llevando a la práctica en la zona controlada por los zapatistas en Chiapas y, ya en menor medida, en otros estados. Muchas de las organizaciones indigenas forman parte del CNI (Congreso Nacional Indígena), que surge al calor del alzamiento zapatista de 1994 y en cuyo seno se vive un ardiente debate en cuanto a las formas de autonomía de las comunidades. Partidarios de la autonomía "desde abajo" aparecen, entre otras, las organizaciones oaxaqueñas UClZONI (Unión de Campesinos Independiente de la Zona del Itsmo) y CAMPO (Centrode Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño) en las que participan compañeros libertarios. Ambos grupos trabajan por un "socialismo comunitario" promoviendo con firmeza la libre decisión de los pueblos indios, sufriendo sus miembros numerosos ataques y amenazas por parte de terratenientes y paramilitares de una zona, la del itsmo, de gran importancia económica y estratégica.
Por lo que respecta a Chiapas, la participación libertaria ha sido un hecho desde el mismo 1994. La evolución experimentada por los que, desde posturas marxistas- leninistas, acaban sugiriendo ese "mandar obedeciendo" que tan bien resume la concepción indígena de la autoridad, ha hecho que no pocos libertarios (tanto mexicanos como internacionales) se hayan visto atraídos a participar en un movimiento abierto y plural que, en buena medida, está resultando re- novador. En palabras del "Sub" Marcos: "la guerrilla en Chiapas debió rendirse ante las comunidades indígenas". Muchos colectivos mexicanos participan, como ya hemos visto, a través de sus propios comités en el FZLN organización asamblearia que, avalada por los zapatistas, rechaza la toma del poder y se niega a participar en las elecciones. En Chiapas es común la presencia de anarquistas actuando como observadores en las comunidades zapatistas, realizando tareas periodísticas o integrando organizaciones civiles que apoyan la causa del EZLN y de las comunidades indígenas. México cuenta, a tenor de lo visto, con el movimiento más vivo y prometedor del continente. La dispersión y la falta de coordinación entre las luchas, sumada a la represión galopante figuran entre los principales obstáculos a superar. Pero también se cuenta con una importante ventaja: el comunalismo indígena viene demostrando, desde hace incontables años, la viabilidad de una parte de las propuestas anarquistas. La aparición de los neozapatistas conlleva, además, el despertar de una conciencia india largo tiempo dormida que reclama ahora sus pisoteados derechos.
Una pesadilla viene alterando los sueños neoliberales del gobierno mexicano y de su poderoso e injerente vecino del norte desde enero de 1994: los doce millones de indios que habitan el país (tan poco manipulables a través de los medios habituales: prensa, tv., etc.) alzados en armas con dignidad recobrada. Harán cuanto puedan, no lo dudemos, por impedirlo. Conviene que no perdamos de vista el devenir de los hechos y que sepamos apoyar no ya sólo al movimiento libertario mexicano, sino tambien a aquellas otras luchas que sin declararse como anarquistas demuestran, en su práctica diaria, estar muy cerca de nuestras ideas.
Algunas direcciones de contacto:
Biblioteca Social Reconstruir. Morelos, 45. Despacho 206 Col. Centro 06002 México 1 D.F. México Correo electrónico: libertad@mail.internet.com.mx
La Comuna Libertaria Apdo. Postal 1-1444 C.P.44 - l0l Guadalajara Jalisco (México)
JAR. Apdo. Postal 137-030 C.P. 09291 México D.F. México.
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